Cuenta la leyenda que desde que hay esta tradición en La Alberca, tan sólo una noche la joven de almas no salió a llevar a cabo su recorrido, y no lo logró por el hecho de que fue asesinada de forma misteriosa ese día. Otra historia de historia legendaria cuenta que la mujer, aterrada por los elementos que se unieron aquella noche, frío, lobos, nieve y una obscuridad extrema, prefirió quedarse al abrigo de su casa en aquellas heladas horas. Como bien logramos hallar en las aclaraciones que hay publicadas, el origen de la creencia de la presencia del purgatorio está en una de las sesiones del Concilio de Trento festejado entre 1545 y 1563. Se sentenció su vida como sitio donde iban las ánimas que no iban ni al cielo ni al infierno y lo hacían para purgar sus errores a través de la oración de los leales quienes festejarían misas en su recuerdo. Concretamente en Adra, a fines del siglo XIX, existía una fraternidad de mujeres vestidas de negro cuya tarea era soliciar limosna por las calles del pueblo. Tomaban represalias si no se le entregaba la dádiva y por este motivo eran temidas por la población.
Y comentan que en la habitación donde le pongas la vela no puedes entrar, pues las ánimas están allí, al lado de la luz, vigilantas…”. En forma de anécdota, afirmaré que en una ocasión tuve que asistir a lo largo de una semana todos los días a la ermita de las almas ya que una amiga lo había prometido en lugar de una petición que había realizado sin yo entender nada. Cumplí a fin de que quedaran complacidas tanto mi amiga como las almas, por si las moscas. Las almas tienen fama de vengativas y, si no cumples lo que has prometido, vas a estar tentando a la mala suerte y a las desgracias en tu vida como tienen la posibilidad de certificar algunos testimonios que han surgido a lo largo de todo este tiempo. Cuando abandonamos la iglesia, la mala noche prosigue paseando frío y lluvia helada en nuestros rostros. Nos encaminamos a la casa de nuestro amigo el serrano dejando atrás a un grupo de mozos que, en una bella lumbre en la torre, asan una cuartilla de castañas, a eso que llaman calboches, que se comen a lo largo de la noche acompañada de medio pellejo de vino.
La Joven De Almas, El Sonido De Los Fallecidos
La “Moza de Almas” no era más que una mujer que recorría la parte alta del pueblo rezando y pidiendo por las ánimas benditas del purgatorio, para que tengan la posibilidad de conseguir su salvación. Normalmente este accionar obedecía a una manda o promesa que tenía realizada. Mas no queda atisbo alguno de duda de que en estos pueblos prosiguen vivas muchas prácticas habituales, ciertas de ellas similares con la superstición y el misterio. Paseando por los pueblos es posible contemplar como en los linteles de las puertas de las viviendas se anotan leyendas de carácter espiritual cuyo fin es resguardar a sus propietarios. Recorremos las estrechas y laberínticas calles de La Alberca, esta vez, sumergidos en el silencio y en la calma de un concejo de la Sierra de Francia. Las horas pasan probando que el tiempo, en este rincón, se mueve con otro ritmo de paz y sosiego.
La madre, sospechando que su hijo se olvidaría, solicitó a las almas que tocasen las campanas por él. En otros pueblos estas almas en pena tienen su fiesta, como el Carnaval de Ánimas de Villar del Pedroso. Cuenta la historia de historia legendaria que, ante la superioridad del enemigo en la guerra, un general hijo del pueblo se confió a las Almas benditas y prometió festejar una función anual en su honor si lograba vencer en la batalla. Y desde entonces, se festeja el “Carnaval de Almas”, mitad espiritual, mitad militar, y cuyos orígenes se remontan a la Edad Media. Se habla de comitivas de mujeres vestidas de negro que ves si no cumples lo que has prometido, del Santo Entierro, de varias visiones que se generan en el momento en que no llevamos a cabo lo que hemos prometido a cambio de favores personales o a familiares. Se dice asimismo que en Adra no es necesario reloj, ya que si le solicitas a las almas que te despierten a una hora cierta en lugar de algo te despertarás seguro a esa hora.
Si hallas esta procesión por la calle, deberás arrodillarte ante ellas y rezar. En caso contrario, los vecinos cuentan que quien no les reza, muere a los pocos días. Si la promesa no llega a cumplirse, las ánimas se vengarán de ti, haciéndote la vida irrealizable hasta que la manda se cumpla. Y como afirmábamos, hay muchas historias contadas por los vecinos de Adra que han acaecido en las mismas calles y casas del pueblo. En Adra existen hasta cinco ermitas consagradas a venerar a las almas (2 de ellas en La Alquería y Puente del Río), pero la más popular es la que está detrás del arco de su mismo nombre.
Leyendas Similares Con Esta Creencia Popular
En su última solicitud, Manuel debía dar a estas almas una figura de escayola. No obstante, no ha podido realizar esta manda, realizando que las ánimas le arrebatasen todo. La Titila no se amedrentó, pues parece ser llevaba rezando desde los siete años a las ánimas de los difuntos para que se le aparecieran. No entendemos dónde acabaría La Titila, que topó con la iglesia de bruces. Tanto, que hasta dieron nombre a nuestros pueblos, como Huerta de Ánimas, que vienen de las Cofradías de Almas que aparecieron por toda nuestra geografía y que aún persisten, en menor número, en algunas de nuestras villas.
Esta tradición ancestral se mantuvo íntegra a lo largo de los siglos y en la actualidad doce “mozas de almas” se reparten su turno, un mes cada una, como señal de agradecimiento a peticiones concedidas, movidas por alguna promesa o sencillamente por devoción. En otras regiones como Asturias, asimismo tienen una leyenda afín denominada La güestia; en Extremadura cuentan la historia popular del Corteju de Genti de Muerti; en Zamora la de La estadea y en León la de La hueste de ánimas. Estas, según la tradición, se usa para iluminar las almas que viven en el Purgatorio. Tras la Guerra Civil regresa a resurgir esta devoción en el pueblo, en el momento en que Ana Espinosa, entre las vecinas, solicita a las almas que sus familiares vuelvan a casa sanos y salvos de la Guerra. Prometiendo que, si lo hacían, volvería a reconstruir la Ermita de las Ánimas Benditas. “… vienen del otro planeta para darte cuenta de algo que hayas hecho mal.
Tres Leyendas De La Ermita De Las Almas Benditas De Adra
Se ha investigado mucho y se ha escrito mucho más sobre el tema de las ánimas benditas de Adra, pero en esta serie de productos no podían faltar debido al arraigo que tienen entre la población abderitana. Cada día, al caer la tarde, tenemos la posibilidad de oír por La Alberca el replique de una campana cuyo propósito es llamar a 12 mujeres del pueblo que, a lo largo del año, se marchan alternando. El origen de esta tradición es bastante peculiar, y se remonta a tiempos pasados. La “Moza de Ánimas” acostumbraba a vestir ropas oscuras, y deambulaba parándose en todos y cada esquina por la que pasaba y tras tres repiques de esquila y con voz piadosa entonaba un salmo por todos los fallecidos. Acostumbraba a portar un farol y una esquila o en su defecto campanilla, su conmovedor repique retumbaba entre las pequeñas calles y hacía que cualquier transeúnte que la escuchara evitara cruzarse con ella.
En la ciudad de Adra encontramos la pequeña Ermita de las Almas Benditas, un espacio donde se mezcla la historia de historia legendaria y la tradición, donde se da vida a cientos y cientos de historias cuyo protagonista son las almas. Hay un total de cinco capillas dedicadas a las ánimas en Adra, pero la del arco es la que más popularidad tiene y mucho más gente atrae. Es difícil hallar algún abderitano de cierta edad que no haya hecho alguna manda a las almas y que no haya ido en algún momento a rezar y a realizar alguna petición. Podemos creer o no, pero no dejan de ser costumbres ancestrales de nuestro pueblo que debemos sostener generación tras generación porque todos estos usos son los que forjan la idiosincrasia y el carácter de los abderitanos. No en balde, Adra pertence a las ciudades más viejas de la Península Ibérica y sabemos bien lo que es tener historia en nuestra querida ciudad.
Un precioso paraje en la provincia, un espacio enigmático en la tierra… Por el hecho de que de lo que no cabe la más mínima es que la relación de estos pueblo con la desaparición es angosta. Tal es así que, aun, este modo de ser serrana llegó a forjar la creación de un traje especial para despedir a los difuntos llamado “traje del ventioseno”, íntegramente negro y austero y sin ningún género de alhajas, que resulta considerablemente más tétrico sobre las medias blancas de quienes lo visten. La historia mucho más famosa es la de Manuel, un hombre al que le tocó múltiples ocasiones la lotería gracias a las almas.