Leyenda Del Yeti

El gobierno de Nepal había emitido la nota dos años antes, pero cuando USA la tradujo al inglés, estaba indicando su acompañamiento al gobierno soberano de Nepal. Al llevarlo a cabo, Estados Unidos aguardaba que Nepal, que es vecino de China, fuera amigo y vigilara el gobierno comunista de China. El pelo del cuero cabelludo fue analizado más tarde por el profesor Frederic Wood Jones, un experto en anatomía que concluyó que los pelos de la criatura de Pangboche no eran del cuero cabelludo, sino probablemente provenían del hombro de un animal con pezuñas de pelo áspero. De los primeros navegadores del Nepal, en la década de 1830 existían relatos de excursionistas que aseguraban haber visto al lado de sus guías a una criatura bípeda, alta y cubierta con largos cabellos. Todas estas pruebas, o la gran mayoría, en el momento en que fueron analizadas con métodos científicos han descartado la posibilidad de que pertenezcan a ese enorme simio, o “eslabón perdido”, que ciertos tontos, y bastantes aprovechados, prosiguen intentando encontrar y reclamando. Hace unos días mi amigo Abdul Karim me llevó a una pequeña gruta-abrigo, próxima a su aldea natal, Hushé, para contarme que ése era el refugio de una extraña criatura que raptaba mujeres de su aldea, algo que había leído en un libro escrito por Reinhold Messner y que se titula exactamente “Abominable hombre de las nieves”.

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Según el estudio publicado en 2014, en este momento polémico, dos muestras de piel de yeti de Bután y del norte de la India coincidían con el ADN de este oso polar antiguo. El equipo que realizó este análisis argumentó que un híbrido de oso polar y oso pardo podría encontrarse con vida en las cumbres nevadas. Sin embargo, Lindqvist no se encontraba convencida y decidió revisar los descubrimientos por sí misma. Su detallado análisis de ADN revela que el diente pertenecía a un perro familiar, al paso que el resto de las muestras claramente pertenecían a subespecies de oso pardo del Himalaya y del Tíbet y del oso negro asiático . Los desenlaces ofrecen una ventana a los orígenes de las historias del abominable hombre de las nieves, que se llevan narrando desde hace tiempo.

Detallaron haber visto restos mientras escalaban el Monte Everest (Hillary entonces cambiaría su versión a “improbable”). Tomó fotografías de unas huellas enormes en la nieve, a unos 6.000 metros sobre el nivel del mar. Ocurrió en la década de 1920, instante en el que el colaborador de un periódico indio (redactado en inglés) entrevistó a un conjunto de navegadores que regresaban del Everest. Recibe cada semana los hallazgos mucho más recientes y los documentales mucho más interesantes de Historia NG cómodamente en tu mail.

En su perfil de Twitter, el ejército asegura que pertenecen al Abominable hombre de las nieves, la remata noticia que se tiene de avistamientos o pruebas data de 2007 cuando estas pruebas fueron vistas en el Everest por un grupo de estadounidenses. Asimismo le preocupaban los métodos de estudio, pues el equipo había analizado secciones parcialmente cortas y limitadas del ADN. Como afirma el propio Messner, su trabajo no ha pretendido tocar el mito del “Hombre de las Nieves”. Esa historia de historia legendaria debe continuar enriqueciendo el aura del Himalaya y el Karakorum, pues el mito siempre es más fuerte que la verdad. Messner considera que lo más cercano al popular “Abominable Hombre de las Nieves” que había encontrado en sus largas indagaciones fue un animal similar a un oso, disecado a la entrada de un monasterio lamaísta en el Tíbet oriental. Bajo su punto de vista la parte de mito tal y como ha llegado a nosotros es fruto de la fantasía de los alpinistas occidentales.

Yeti: Leyenda Y Realidad

Lindqvist, que actualmente es profesora socia visitante en la Facultad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, se interesó por la tradición del abominable hombre de las nieves por un malentendido científico. 4 Encuentran en los Pirineos los restos de \’Leviatán\’, entre las tortugas mucho más grandes de todo el mundo, del tamaño … He recordado todos estos sucesos caminando por el sendero que asciende al valle del Humbrok, el valle más cercano a Hushé.

El editor de Nature, Henry Gee, “las historias de criaturas míticas y legendarias a los humanos como el Yeti se suelen fundir con granos de verdad”. Aunque a todos nos encantan estas historias y la mitología, la ciencia sólo puede hablar en términos de leyendas dada la carencia de pruebas definitivos, no ya de un supuesto Abominable hombre de las nieves, de algún género de animal no categorizado. [newline]La científica líder Charlotte Lindqvist, maestra socia del Colegio de Artes y Ciencias de la Universidad de Buffalo, y su equipo examinaron muestras de huesos, dientes, piel, cabello y heces antes atribuidas al abominable hombre de las nieves. «Mientras que las historias se prosigan contando —y los osos se avisten en condiciones especiales o dejen huellas sobre la nieve— va a haber historias sobre el yeti».

Eliécer Y también. Gutiérrez, biólogo evolutivo en el Instituto Smithsonian, y Ronald H. Pine, zoólogo del Instituto de Biodiversidad y el Museo de Historia Natural de la Facultad de Kansas, secuenciaron el ADN mitocondrial de las muestras y las atribuyeron a un oso ordinario del Himalaya . El paso de los años no logró mucho más que acrecentar el interés del hombre por la misteriosa figura del Yeti. Daba igual que no existieran pruebas de ningún género alén del boca a boca, el imaginario desarrollado cerca de la bestia era mucho más poderoso que la razón, y de esta manera han comenzado a darse una serie de expediciones con un mismo fin. Entre las altas montañas del Himalaya, cuentan que habita una criatura gigantesca, pilosa, afín a un oso, pero que anda sobre sus 2 piernas como si de un hombre se tratase y cuyos brazos son tan largos que le llegan hasta las rodillas.

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Pero asimismo es la suma de las ideas alimentadas por las leyendas y los mitos locales a lo largo de los siglos. Este ser mitológico se propagó por el planeta entero, a través de los primeros navegadores y escaladores occidentales que se adentraron en la cadena más elevada de la Tierra, convertido en “el Abominable Hombre de las Nieves”. Muchachas raptadas en la noche, yaks muertos de un brutal zarpazo, enormes huellas de pisadas en la nieve que se pierden en las montañas. El Himalaya está paseo de un extremo a otro por historias como estas contadas en torno a una lumbre en las que el personaje principal es un monstruo fantástico todo cubierto de pelo y bípedo; una especie de simio antropomorfo tan ágil como arriesgado. En la región pakistana de Chitral es conocido como “barmanu”, mientras que en el este de Tíbet le denominan “jemo” y en otros rincones “dremo” o “yeti”. La bióloga Charlotte Lindqvist probó a través de el análisis de ADN que el hueso en realidad pertenecía a un oso pardo tibetano.

Evolución De Los Osos Asiáticos

El análisis asimismo permitió al grupo crear un nuevo árbol familiar de subespecies atacables de osos asiáticos, algo que puede resultar útil en los esfuerzos por resguardar a estos animales. Cuenta la historia de historia legendaria que, entre los picos neviscados de Nepal y el Tíbet, vive una enigmática criatura simiesca conocida como el abominable hombre de las nieves. El abominable hombre de las nieves, que en teoría es una imponente figura humana cubierta de pelo enredado, prosigue entusiasmando a los fieles mucho más devotos que todavía conservan la promesa de que aparezcan pruebas que demuestren que esta bestia es verdadera.

Tenía que admitir una enorme montaña que tapona este valle, y quería ver si el glaciar que desciende de su cima era practicable, algo que me dejó desanimado gracias a una alarmante cascada de hielo que convierte en inexpugnable esta vertiente. Habíamos subido con Abdul Karim, el popular porteador del valle de Hushé, y su hijo Hanif, puesto que han de ser dos de las personas que mejor conocen el valle. Pero la parte que en este momento más me interesa resaltar es que es uno de los últimos baltíes que acumula la tradición oral de su pueblo. Para lo que deseo contar es esencial comprender que también hay osos en la región del plató de Deosai y en el glaciar del Biafo. En este último sitio se han confirmado ataques de osos a unos porteadores, enfrente del Bullah Peak, y en un campamento base del conjunto de los Latok. Estas pruebas iniciales no fueron definitivos, y el experto en conservación de monos, Ian Redmond, dijo a la BBC que había similitud entre el patrón de la cutícula de estos pelos y especímenes recogidos por Edmund Hillary a lo largo de las expediciones del Himalaya en la década de 1950.