Maria Reina De Escocia Filmaffinity

Indudablemente, el elemento de esta corrección política mucho más visible es la introducción de personajes afroamericanos, asiáticos y latinos en la alta sociedad de la temporada. Lo destacado es la única escena donde coinciden ambas reinas, plasticamente preciosa, y donde parece que la película podría remontar algo el vuelo, pero al concluir vemos que se sigue por exactamente los mismos derroteros. El ahorrarnos la escena de la ejecución final impide detalles “gores” que el libro sí da. No me agrada la violencia gratuita, pero pienso que no hubiera venido mal y hubiese roto ese aspecto teatral que rige la película.

Todos entendemos cómo podrían ser las cosas anteriormente y los propios hechos siempre han sabido expresar fielmente una situación de brutalidad histórica, bastante mejor que hacernos tragar un discursito calcado de un pseudo “debate” unidireccional de la sexta, sobre feminismo y lgtbi. Una imagen vale mucho más que mil expresiones y no todo es blanco ni negro en esta vida, hay inmensidad de matices. No pienso que sea necesario todo esto para hacer una película destinada a un público femenino. Creo que a las mujeres les basta con contemplar hechos fehacientes, sin manipulación alguna. Exponiendo tanto la parte buena, como la parte mala de la gente. Pero actualmente parece que solamente se comprende es el discursito simplón blanquinegro.

María, Reina De Escocia

He intentado convencerme tanto de su utilidad como de que sus aciertos parciales podrían hacer de ella un largometraje únicamente pasable. En 1971, y tras el acierto que supuso “Ana de los mil días”, su director Charles Jarrott volvía al cine histórico con exactamente el mismo productor, Hal B. Wallis, rodando “María, reina de Escocia”. La que iba a ser una de las protagonistas, Geneviève Bujold, había roto su contrato pues se sentía asediada tanto por el productor como por el estudio, lo que produjo un revuelo que se subsanó con el paso de los años. La cuestión es que, aunque no fuese como su predecesora, “María, reina de Escocia” resultó un buen largo, consiguiendo la mitad de nominaciones que la previo producción, cinco. Vanessa Redgrave se llevó una nominación por su trabajo, al paso que su compañera, otro animal de la interpretación, Glenda Jackson fue nominada por otra, “Domingo, maldito domingo”, un título polémico de los setenta que le aportó un Bafta.

Ese año, Jackson también rueda “Elizabeth R”, una destacable miniserie con de las mejores composiciones que se hayan hecho jamás sobre Elizabeth I de Inglaterra y que pocas podrán igualar. Siento verdadera adoración por la historia, sobre todo por los personajes femeninos que cambian el curso de todo el mundo y que desgraciadamente siguen pasando muy desapercibidas en el presente. Además, coincide, que justo este periodo histórico me encanta mucho más que otros por el hecho de que tuve la suerte de que en 4º de la ESO vino un profesor en prácticas que nos contó la vida de Enrique VIII de una manera increíble, sin leer el libro y tal y como si fuera un cuento.

Búsqueda De “mary Queen Of Scots”

Y, por favor, si hay alguien bastante sensible para este comentario imagínense en una corte imperial de Japón y que su asesor más importante fuera británico. Mal aconsejada, la reina proseguirá intentando encontrar un destino que se abre en el último acto de la película como el mucho más creíble y poderoso, mientras que todo prosigue igual. El vestuario es muy variado y rico, las estancias mucho más humildes en comparación con el resto de la ambientación tanto de interior como de exterior, que logra asombrar.

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Algunos llegan incluso a la vileza de afirmar que esta joya no marcha ni como lavado de cerebro. Y asimismo hay quienes vociferan que si los pocos espectadores de esta obra maestra no terminan quemando la sala es porque ya hemos llegado a un punto de no retorno en lo que se refiere a agilipollamiento general se refiere. Sin embargo, esta multiculturalidad impostada en una película sobre el siglo XVI (a conocer si comprendemos que colocar en el papel del duque X de una corte medieval europea a un hombre blanco y no a un japonés no es racismo) es solo la punta del iceberg de la corrección política.

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Para el resto de los puntos, es requisito entrar en lote de spoilers, conque avisados quedáis. Para mí su casting es prácticamente un cachondeo y de lo mucho más poco afortunado. Con ese afán de integrar a todas las razas probables, a fin de que cuando vayan al cine no aprecien “racismo”, se ha incluido a actores negros, o con apariencia oriental o latinos… Esto es un despropósito, considerablemente más en un film “de temporada”.

María, Reina De Escocia

El de qué manera esta película logra, con un ritmo endiablado y unas interpretaciones espectaculares, que el teatro funcione en cine, es digno de estudio. En resumen, se queda una historieta hagiográfica y maniquea que solamente resalta es el vestuario a veces y la interpretación de estas 2 grandes actrices. En definitva, una película con bastante potencial desperdiciado por la corrección polítca y un guion mediocre. Otro asunto, lo de meter a personajes étnicamente diversos en las cortes es bastante verdadera, ya que estaban presentes en ese tipo de entornos, tal como en ciertas unas partes de las sociedad urbana de un imperio colonial de la Edad Actualizada.

Lo mejor que se puede decir del largo es que muestra una impecable factura en la recreación de ambientes, niveles y personajes, algo que es casi una señal de identidad consustancial al cine histórico británico. Otra cosa es engranar los elementos del relato hasta articular la historia a la gramática cinematográfica. La historia de Inglaterra y Escocia, 2 tierras unidas por la geografía pero largo tiempo separadas, ha proporcionado varios de los cuentos y individuos más atrayentes que han servido de inspiración para el imaginario habitual, la literatura, la pintura y como resultado el cine en épocas mucho más recientes.

María, Reina De Escocia

Ya en las obras de Shakespeare, mundialmente conocidas, crueles tramas se consumaban entre los monarcas y demás nobles de la corte de años precedentes, antecesores de la dinastía reinante en el trono inglés, los Tudor, con Enrique VIII y su hija Isabel I como figuras principales. En Escocia asimismo ostentaba el poder una rama de esta simbólica familia. En el momento en que nació en esas tierras María Estuardo se transformó desde la cuna en reina de los escoceses, y después, aunque por poco tiempo, por matrimonio en reina consorte de Francia. Esta esencial herencia y su fe católica hicieron que a ojos del resto fieles, y pese a la instauración de Isabel como reina, ella fuera la lícita heredera de una Inglaterra protestante desde hacía ahora algunas décadas.

A mi ahora me gustaba mucho leer novela histórica, pero a partir de esas increibles clases que jamás voy a olvidar me obsesioné con todo lo relacionado con los \’Tudor\’, irremisiblemente continué con los \’Estuardo\’ y bueno, siempre y en todo momento intento sacar tiempo para continuar aprendiendo historia. El formato es básicamente teatral, con enormes interpretaciones y un buen diseño de interiores y vestuario. Es muy aconsejable, pero principalmente para los apasionados al cine histórico. En cuanto a la interpretación, me ha semejado de sobresaliente para arriba. Hay aun quien llegó a insinuar que las dos protagonistas tienen de mujeres lo que Vladimir Putin.

Si no andas registrado/a puedes contactarnos vía Twitter, IG, FB o por correo electrónico a info -arroba- filmaffinity -punto- com. Aunque no semeja que se conociesen en persona, el encuentro de ámbas soberanas en Inglaterra, era una secuencia intensa. Fue la última ingenuidad de María, pedirle un ejército a su enemiga para recuperar Escocia. Se desataba la hostilidad entre ámbas, pero María Estuardo tenía todas las de perder. Fue presa con 25 años, hasta el momento en que va a llegar el momento de su inevitable ejecución.