Monstruo Del Lago Ness Nessie

Campbell afirma que la mayor parte de los avistamientos notificados son cosas fácilmente identificables, como las estelas de los navíos o las aves que bucean en el agua. Tras una investigación inicial, solo una tercer parte de los avistamientos llegan a registrarse, e inclusive algunos de ellos no son siempre y en todo momento horripilantes. Gary Campbell, que registró considerablemente más de 1136 presuntos avistamientos de la mística Nessie en los últimos 26 años, explicó recientemente que el comienzo del año y el desenlace del invierno tiende a ser un instante relajado para el monstruo. Algunos estudiosos llegaron a la conclusión de que la siempre resbaladiza “Nessie”, nombre con el que se bautizó a la bestia marina, podría ser un plesiosaurio, un tipo de reptil marino cuyo primer esqueleto completo fue descubierto en Lyme Regis en 1823. El monstruo en teoría subsistió al impacto de los asteroides que acabó a los dinosaurios, según mantenían algunos pseudocientíficos, que argüían que se refugió en las profundidades del lago para lograr subsistir. Pero otros avistamientos hablan de criaturas distintas, mucho más similares a elefantes (ciertos se encontraban por la región en los años 30 debido a un circo que visitaba la zona de Inverness) camellos o un colosal esturión que fue encontrado cerca del lago.

Fotografiaron al monstruo de juguete que se balanceaba en el lago Ness a una distancia suficiente para dar la ilusión de un tamaño monstruoso. Por último, reclutaron a Wilson para que revelara las fotografías y las reclamara como propias. Hoy, no está claro por qué se persuadió al médico para que se involucrara. Las visualizaciones del Monstruo del Lago Ness han comenzado «enserio» en los años 30 del pasado siglo.

Los primeros teóricos avistamientos hablaban de que tenía que ver con un monstruo marino con apariencia de serpiente. Pero hubo un momento que lo cambió todo y que produjo el cambio del imaginario colectivo. La revolución llegó con los primeros descubrimientos de fósiles de dinosaurios y reptiles, pero más que nada con las exhibiciones de estos restos en los museos de distintos puntos de Enorme Bretaña. La mayoría de las ocasiones lograron falsos positivos, interferencias y la viable foca. Cuando la manía del monstruo del lago Ness reventó en la temporada de la década de 1930, múltiples biólogos se dedicaron a inspeccionar el lago con la esperanza de hallar una explicación mucho más plausible.

La bestia volvió a hundirse en el agua y los lugareños, agradecidos, se transformaron al cristianismo en el acto. Y recordad que podéis continuar el blog también en Facebook, Instagram y Youtube para más fotografías, vídeos, rutas e historias. No obstante, la idea de que el Monstruo del Lago Ness sea el remanente de una bestia prehistórica extinta hace millones de años no se mantiene bastante. Como curiosidad, os diré que en 2016 se advirtió en el fondo de Loch Ness una figura que levantó las alarmas de los entusiastas de Nessie. No obstante, resultó ser un modelo de nueve metros del Monstruo hecho para la película «La vida privada de Sherlock Holmes» en 1969. Parece ser se hundió en el loch a lo largo del rodaje tras insistir Billy Wilder, el directivo, en que le quitaran las dos jorobas, más allá de que los especialistas avisaron de que eso afectaría a su flotabilidad.

Lago Ness

Utilizando fotografía y cámaras submarinas, procuraron en los lechos cualquier signo de grandes animales. Si bien no hallaron a Nessie, sí hallaron invertebrados hasta entonces extraños, como gusanos, babosas y anguilas que vivían en las oscuras y frías profundidades de las aguas escocesas. El sonar se transformó en una sección importante de la búsqueda en la década de 1980 con la Operación Deepscan, utilizando ecosondas Lowrance para crear una “cortina de sonar” cerca del lago.

monstruo del lago ness nessie

A lo largo del año siguiente, sometieron las muestras a la última tecnología de secuenciación de genes y tuvieron a seis equipos distintas de todo el mundo trabajando de manera sin dependencia para cotejar el ADN. “Pudimos detectar la vida en el lago con cierto nivel de confianza”, afirma Gemmell. El proyecto no halló pruebas de que el mar entrara en el lago en el final de la Edad de Hielo (y ningún monstruo similar a un dinosaurio llegó con él).

Una Leyenda Milenaria Que Cogió Fuerza Hace 200 Años

Aprovechó pues otro momento en que Nessie habría emergido de las aguas para abalanzarse sobre un segundo hombre que nadaba apaciblemente en el lago. Solo con su voz, San Columba logró amansar a la fiera y mandarle al fondo del lago de una forma milagrosa, lo que explica en parte por qué razón no es muy simple avistarle. Los mucho más incrédulos no se creen esta historia ya que aseguran que se trata de una versión de otra anécdota del santurrón, que habría matado a un salvaje con el poder de su voz.

“El ADN ambiental es una exclusiva y vigorosa herramienta para comprender nuestro mundo”, enseña a Frecuente Mechanics Neil Gemmell, genetista de la Facultad de Otago y líder del equipo del emprendimiento Loch Ness Hunters. “Y nos encontramos creando una imagen medianamente precisa de la vida en el lago. Más allá de que no se han encontrado réptiles, es plausible que haya otras criaturas de tamaño inusual allí.” Una pequeña columna en un periódico local hace 86 años inspiró un mito monstruoso. El artículo del Inverness Courier de mayo de 1933 explica de qué manera un conocido hombre de negocios y su mujer conducían por la orilla norte del lago Ness en el momento en que fueron presentes de una “tremenda agitación” en el agua. Se semeja bastante a un plesiosaurio, un enorme reptil marino con aletas extinguido hace un buen tiempo que vivió en la era jurásica. Y desató una disparidad como ninguna otra en la crónica de la criptozoología, mandando a los turistas a las Tierras Altas de Escocia para ver por sí solos a la criatura de 65 millones de años de antigüedad similar a un dinosaurio nadando en el lago Ness.

Sue vio el cuello alargado y el hocico corto y también instantáneamente lo reconoció como una manera de marioneta de sombras que acostumbraba a realizar su padre, y ahora está segura de que Nessie es un engaño elaborado. Incluso ha recreado la imagen, y hay cierto parecido, pero en el momento en que le cuenta a la multitud su teoría, nadie le cree. En abril de 2017, se dio cuenta de que usar su experiencia científica para solucionar el secreto del monstruo del lago Ness podría ser el perfecto ejemplo de utilizar una leyenda popular para hacer un punto científico. “Me preocupaba un poco cómo podría influir esto en mi carrera”, dice Gemmell, “pero era una oportunidad para charlar a la gente sobre la ciencia de una manera diferente”. En 1933, el Daily E-e correo electrónico había enviado al cineasta y cazador de caza mayor Marmaduke “Duke” Wetherell para capturar la primera prueba de la criatura. Volvió reclamando la victoria al lado de moldes de huellas de un “animal muy poderoso de patas blandas de unos 6 metros de largo”.

Existe El Monstruo Del Lago Ness

El artículo del Inverness Courier de mayo de 1933 enseña de qué manera un conocido hombre de negocios y su mujer conducían por la orilla norte del lago Ness en el momento en que fueron testigos de una “tremenda agitación” en el agua. Lo que también descubrieron que había en el lago era una abundancia de anguilas, en la medida en que su ADN aparecía en prácticamente todas las muestras de agua agarradas por el equipo. Gemmell afirma que es elogiable, aunque no posible, que logre haber anguilas de tamaño inusualmente grande en el lago Ness.

El experto en avistamientos de “Nessie”, Steve Feltham, describió la imagen del sonar como la prueba “mucho más convincente” que había visto de que la criatura histórica realmente existía. Es un chico que no busca propaganda y se aleja de las fantasiosas teorías de Nessie. “El ADN ambiental es una exclusiva y poderosa herramienta para comprender nuestro planeta”, explica a Popular Mechanics Neil Gemmell, genetista de la Facultad de Otago y líder del equipo del emprendimiento Loch Ness Hunters. “Y nos encontramos construyendo una imagen parcialmente precisa de la vida en el lago. Aunque no se han encontrado réptiles, es plausible que haya otras criaturas de tamaño inusual allí.” Entonces, el 21 de abril de 1934, el Daily Y también-e mail de Londres publicó una foto que cambió para toda la existencia la forma de ver a Nessie.

La Joyas De La Corona De Escocia

Desde la década de 1930 no había habido ningún año en el que no se generara algún supuesto avistamiento de Nessie hasta el fatídico 2013. Los presuntos avistamientos de criaturas marinas comenzaron en el 1800, pero en los primeros años solo el 10% de todos los casos registrados describían monstruos con cuellos largos como plesiosaurios. Con estos datos, los estudiosos proponen que la “dinomanía” había disparado la imaginación del público de tal modo que se creó una condimenta de “ilusión colectiva”. Por eso cualquier forma inexplicable que se viese en las aguas del Lago Ness se atribuiría a un dinosaurio. Una pequeña columna en un periódico local hace 86 años inspiró un mito monstruoso.